La piel es el mayor organo del cuerpo humano.
Actúa como barrera protectora que aísla al organismo del medio que lo rodea.
El sol, fuente principal de vida, también
puede resultar tremendamente perjudicial para la piel, sobre todo, si se abusa
de él.
Nuestro cuerpo necesita recibir sol para sintetizar vitamina D,
indispensable para evitar enfermedades como el raquitismo, pero en exceso, produce
graves daños en la piel.
El sol emite radiaciones electromagnéticas, las
radiaciones más peligrosas para los seres vivos no llegan a la Tierra gracias
al ozono de la estratosfera. De la radiación que recibimos, 10% es radiación ultravioleta (UV). Esta se divide
en UV-C ,UV-B y UV-A. Los rayos UV-C y la mayor parte de los UV-B no llegan a
la superficie terrestre.
Los efectos
nocivos más conocidos son los que ocasionan en la piel los UV-B y los UV-A. Los UV-B son los responsables de la aparición del eritema y la quemadura solar
(efectos agudos), mientras que el fotoenvejecimiento se debe a efectos de los
UV-A. La fotocarcinogénesis, que es la inducción de lesiones precancerosas y
tumores por el efecto de la exposición solar, aparece por la acción de los UV-B
y probablemente también de los UV-A.
Los primeros signos de daño solar
Bronceado
El bronceado es el resultado de la lesion de la epidermis,
la capa superior de nuestra piel. El bronceado se desarrolla cuando los rayos
UV aceleran la producción de melanina. La melanina es el pigmento oscuro en la
epidermis que da a la piel su color normal. La melanina extra producida para proteger las capas más
profundas de la piel crea el color oscuro de un bronceado porque así el cuerpo
bloquea los rayos ultravioleta para evitar un mayor daño en la piel.
Quemadura solar
La quemadura
solar es provocada por los rayos ultravioleta. La exposición excesiva a estas
radiaciones provoca alteraciones en la epidermis causando inflamación.
Los síntomas
de la quemadura solar aparecen a las 2-4 horas tras la exposición solar. Se
observa un enrojecimiento de la piel, dolor en la zona de la quemadura,
molestias al mover la zona y ligero hinchazón. Los síntomas son más intensos a
las 24 horas tras la exposición. En situaciones de mayor gravedad la quemadura
puede producir ampollas.
Aunque
los síntomas de las quemaduras solares pueden desaparecer después de varios
días, el daño en la piel permanece. La exposición al sol tan intensa como para
causar una quemadura puede dañar
incluso el ADN de las células de la piel y provocar cancer.
Fotoenvejecimiento: “lucir
más viejo de lo que eres”
Con
el paso de los años, la piel naturalmente comienza a mostrar signos de la edad. Un porcentaje muy elevado de problemas de la
piel asociados a la edad pueden atribuirse al sol. La sobre exposición crónica
altera la textura y la elasticidad de la piel. La epidermis (capa exterior de
la piel) se engrosa, se torna flexible y se arruga.
Los
resultados del fotoenvejecimiento incluyen:
-Debilidad
de los tejidos conectivos, lo cual reduce la fuerza y la
elasticidad de la piel.
-Piel
más delgada y con apariencia translúcida.
-Arrugas
profundas
-Pecas,
en su mayoría en la cara y hombros.
-Grandes
lesiones color café (máculas) en la cara, dorso de las manos, brazos, pecho y
espalda alta (manchas por la edad).
-Manchas
blancas en las pantorrillas y brazos.
Fotocarcinogenesis
La
exposición extendida y repetida a los rayos UV puede causar distintas lesions que
pueden ser benignos o malignos. Dentro de estas podemos citar:
-Queratosis seborreica. La causa precisa no se
conoce, pero estas lesiones se presentan en piel envejecida. Estos crecimientos bronceados,
cafés o negros, tienen apariencia de
verruga y varían de tamaño, pudiendo llegar hasta 2.5 cm. No degeneran a
lesiones malignas, pero pueden confundirse con ellas.
-Queratosis actínica o queratosis solar,
aparece como áreas ásperas y escamosas. Varían en color desde blanquecinas,
rosas o color piel a cafés y café oscuro. Se encuentran más comúnmente en
orejas, antebrazos y manos. Pueden transformarse en un cancer de piel.
-Cáncer de piel.Se desarrolla en áreas expuestas al sol, incluyendo cuero cabelludo, cara, labios, orejas, cuello,
pecho, brazos y manos, y en las piernas en las mujeres.
Algunos tipos de cáncer
de piel aparecen como un pequeño
crecimiento o una llaga que sangra, produce una costra, se cura y luego se
vuelve a abrir.
En el caso del melanoma,
un lunar existente puede cambiar o puede desarrollarse un nuevo lunar de
aspecto sospechoso.Otros tipos de melanomas se desarrollan en áreas de exposición solar a largo
plazo y comienzan como puntos oscuros y
planos que lentamente se oscurecen y se agrandan, conocidos como lentigo
maligno.
Proteccion de la piel
Toda persona, sin importar su edad, debe proteger su piel. Los mecanismos fisiológicos no protegen lo suficiente de la radiación solar, por lo cual es necesario utilizar una fotoprotección artificial.
La manera más eficaz
de protegernos es alejándonos del sol durante las horas de más intensidad de
radiación (10:00AM-2:00PM). Pero también se puede conseguir una protección
adecuada utilizando ropa, sombreros, gafas y haciendo uso de los filtros
solares.
Dado que el fotoenvejecimiento de la piel es acumulativo, nunca es
demasiado tarde para comenzar a protegerse de la acción de los rayos del sol.
“La piel
perdona los efectos de la exposición al sol, pero nunca se olvida de ellos”